Existe una gran necesidad de crear un entorno seguro en Internet. Y para ello, es fundamental el amparo de una fiscalía específica para la infancia en Internet. El desconocimiento del medio es el gran peligro.
Los adultos debemos conocer qué hacen y cómo se relacionan los menores en estos entornos interconectados y conocer cómo se utilizan las herramientas tecnológicas dentro de su ámbito. Es una obligación de todos capacitar a los agentes educativos, ya sean los niños, los padres o los docentes.
Y por último, es fundamental el uso en familia de este medio donde padres e hijos podamos compartir la experiencia de la navegación y aprender mutuamente el uno del otro.
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