Come, bebe & ama: 2012

lunes, 14 de mayo de 2012

Le Patrón

Bajo el lema "in food we trust" trabajan a diario en este mini bistró situado en uno de los barrios que más promete de Madrid: el Triball.

En Le Patrón fusionan gastronomía francesa con el concepto de tapas español.

Comida de mercado en un local muy vintage con muebles de Madrid in Love.

C/ del Barco, 27.

http://www.lepatron.es/

jueves, 12 de abril de 2012

Hotel L´Domaine

Está situado en una antigua abadía del siglo XII y rodeado de hectáreas de viñedos. Tiene 22 habitaciones, restaurante, bar, spa, vinoteca de la Bodega Abadía Retuerta y un jardín-museo con las esculturas del artista contemporáneo Ulrich Rückriem.

La Abadía de Santa María de Retuerta se construyó en para la orden de los premonstratenses. De estilo barroco y románico, tiene una planta benedictina clásica con iglesia, claustro, refectorio, sala capitular y hospedería. Es una de las dos únicas abadías de estas características que sobrevivieron a la destrucción napoleónica.

Sardón de Duero. Valladolid.
983.680.286.

miércoles, 11 de abril de 2012

Deliciosa Jenny Owen. Cantautora estadounidense. Folk rock alternativo.

martes, 10 de abril de 2012

Dabbawala Restoran

Uno de esos lugares a los que apetece ir a almorzar o cenar por su cálido ambiente logrado por una cuidada decoración y por su apetecible carta de platos y vinos servidos bajo la orden de Luca Rodi.

Ubicado en una de las calles con más encanto del barrio de Chamberí y donde se encuentran otros locales y tiendas como La Vaquería, Patch o Alfabia.

Suelo de baldosas hidráulicas, techos altos, columnas de madera vieja sobre base de piedra; y mesas y sillas de los sesenta que dan un toque vintage que contrasta con el clásico chester de cuero. Y es que la gracia de la decoración es la mezcla de diferentes elementos.

¿Curiosidad por el nombre? Los Dabbawalas son unos personajes de la ciudad india de Bombay que se dedican a repartir la comida que preparan las madres a los trabajadores, desde su lugar de a residencia hasta la ciudad, y la entregan puntualmente todos los días en el lugar de trabajo. Para ello, las tarteras (dabbas) pasan de mano en mano y por diversos medios de transporte hasta alcanzar su destino y vuelven limpias puntualmente a las casas.

Una breve carta que ofrece aperitivos, entrantes, carnes, pescados y postres. No es extensa pero sí bien seleccionada.

C/ Españoleto, 10.

viernes, 2 de marzo de 2012

El bund

Bund es el nombre que dieron los británicos a la zona del malecón de la ciudad de Shanghái. Se trata de una zona de edificios situados a orillas del río Huangpu. En esta zona están situados algunos de los edificios más emblemáticos de la etapa colonial europea. A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, la zona del Bund fue uno de los mayores centros financieros de Asia.

Hoy y en Madrid se trata de un chalecito en una perpendicular a la calle Arturo Soria. Una antigua guardería convertida en un acogedor restaurante con varios salones, aunque lo mejor, sin ninguna duda, es la terraza para las noches estivales madrileñas.

El chef pequinés Ruiyan es el encargado de la deliciosa y auténtica comida de este restaurante. Con él colaboran otros cocineros especializados en cocina cantonesa, sichuanesa y shanghainesa. No puede visitarse el lugar sin probar su pasta, lamian o tallarines frescos, dimsum, jiaozi o sus tortas, todo amasado y elaborado a diario.

El Bund ofrece una amplísima carta con más de 20 entrantes: picantes, agridulces, fríos, calientes, crujientes o tiernos para acompañar con una cerveza china.

Precisamente, en este país toman las sopas al final de la comida y muy calientes para que resulten reconfortantes y digestivas.

También tienen una gran cantidad de pescados y mariscos cocinados de manera tradicional o siguiendo las nuevas tendencias culinarias chinas: picantes al estilo de Sichuan o salteados con verduras o té. Lo mismo ocurre con las carnes y las aves. Como alternativa, los clásicos guisos. Y verduras, arroz o tofu como acompañantes.

Para terminar, riquísimos helados caseros de sésamo negro, lichies, té verde o soja roja.

c/ Arturo Baldasano, 22
Madrid
91.115.18.13.

En 1º de EGB, todavía no habían llegado las posteriores y desastrosas reformas educativas, durante algunas tardes de invierno en el colegio la señorita Mercedes repartía un plato y sus correspondientes cubiertos para cada niña, utensilios que dejaba sobre los pupitres. La lección 1 se practicaba con una rebanada de pan que sustituía a un trozo de carne. Cuchillo en la mano derecha y tenedor en la izquierda. Había que aprender a cortar correctamente. La lección 2 era más avanzada ya que consistía en pelar y comer una naranja sin tan siquiera rozarla con las manos.
Años después, y también en el colegio, llegaron las lecciones de cómo vestir una mesa correctamente y las técnicas más avanzadas de cómo comportarse en ella: cuándo y cómo sentarse, posición del cuerpo, la forma de servir y servirse, antes y después de beber utilizar la servilleta, temas de conversación adecuados e inapropiados y un largo etcétera de cuestiones protocolarias.
Las formas delante de un plato deben ser compatibles con el amor al buen comer. Con pocos años contaba las patatas fritas ya servidas en los platos de los distintos comensales para comprobar que el reparto era justo. Y con los años aprendió a disfrutar entre fogones practicando las recetas de herencia familiar.
La gastronomía es como otras facetas culturales que se transmiten genéticamente: la pintura, la música o la literatura. Cuando las respiras en casa viajan contigo el resto del camino. Y de ahí viene su afición.
¿Animadversiones? a los mal educados delante de un plato y a los que comen como obligación.

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