Se define como una "brasserie ilustrada y canalla", una sinfonía gastronómica que abarca desde lo punk a lo más purista. En su carta encontrarás desde un delicado foie mi-cuit con pasas, iceberg de maíz, chocolate especiado y pan artesano, hasta unas alubias de Tolosa o unos callos con pata y morro a la vizcaína.
El denominador en común de sus partituras es una cuidada y selecta decoración que recuerda a los bares de principios del S.XX: bronce, porcelana, madera, hidraúlicos, cuero y cristal soplado.
Ofrecen un amplio horario de cocina con restaurante, barra, cocktails e incluso, comida para llevar.
Paseo de la Castellana, 74.
Madrid.
1 comentario:
Cuando vaya por Madrid seguiré tu recomendación.
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